Mohenjo-Daro fue una ciudad de la antigua Cultura del Valle del Indo. Sus ruinas se encuentran en territorio del actual Pakistán. Se desconoce su nombre antiguo. El nombre actual significa literalmente "montículo de la muerte". Fue construida durante el tercer milenio antes de nuestra era (entre el 2600 a. C. y el 1800 a. C.) a orillas del río Indo.
Fue uno de los primeros y más importantes asentamientos urbanos del mundo, existente al mismo tiempo que las civilizaciones del Antiguo Egipto, Mesopotamia y Creta. Probablemente un cambio en el curso del río provocó el abandono de la ciudad.
Las ruinas urbanas fueron encontradas en el año 1920 por sir John Marshall, el primer arqueólogo que describió la cultura del valle del Indo. Sus estudios fueron completados por otros investigadores como Wheeler, Marshall Mackay y Sahni, además de arqueólogos indios y pakistaníes a partir de 1960. Las ruinas de Mohenjo-Daro están algo mejor preservadas que las de Harappa, la otra gran ciudad de la Cultura del Valle del Indo, por lo cual constituyen una mejor fuente de información acerca de esta cultura. En 1980 la Unesco declaró las ruinas de Mohenjo-Daro como Patrimonio de la Humanidad.
Mohenjo-Daro fue muy probablemente una de las mayores ciudades de la antigua civilización del valle del Indo, también conocida como civilización Harappa, por la ciudad de Harappa, otra importante localización del Valle del Indo, ubicada a 570 km al noreste de Mohenjo-Daro en el Punjab, Pakistán.
La cultura prehistórica del Indo dio origen a la civilización del valle del Indo alrededor del 3000 a. C. La civilización se extendió mucho más allá de lo que hoy es Pakistán y la India del Norte, pero de repente empezó a declinar alrededor del 1900 a. C. Los asentamientos de la civilización del Indo se extendían por el oeste hasta la frontera con Irán, con un puesto avanzado en Bactria, y por el sur hasta la costa del Mar Arábigo en la India Occidental, en Gujarat. Entre los principales asentamientos urbanos se encuentran Harappa, Mohenjo-Daro y Lothal.
En su mayor apogeo, Mohenjo-Daro fue la ciudad más desarrollada y avanzada del sur de Asia, mostrando una ingeniería (con pozos, avanzados sistemas de desagüe y baños en las casas) y planificación urbana muy sofisticado para su época
Algunos estudiosos opinan que los sumerios, establecidos en Mesopotamia, no tendrían un origen autóctono, sino que provendrían de Mohenjo-Daro.
Se estima que en su momento de mayor ocupación, Mohenjo-Daro contaba con 35 000 habitantes. La ciudad se encontraba cercada por murallas defensivas de ladrillo cocido. Abarcaba un kilómetro cuadrado de extensión, y comprendía dos zonas: la ciudadela, sobre un montículo, en donde se encontraba el centro administrativo y quizás religioso; y la "ciudad baja", donde se agrupaban los barrios de artesanos, zonas residenciales, graneros y almacenes. Esta organización parece que es el resultado de una planificación urbana.
La ciudadela está elevada sobre un montículo artificial. Este monte fue estudiado por Marshall, quien llegó a la conclusión de que hubo habitantes sobre el período Harappa inicial que construyeron el muro que encontramos bajo estas estructuras. Después este muro fue rellenado de tierra y trozos de ladrillo y sirvió de base para la construcción de las diferentes estructuras que encontramos en ella. La entrada a este monte está curiosamente en la parte trasera u oeste y contiene unas escaleras de unos siete metros de ancho. Después hay una pequeña puerta en la esquina sudoeste. Como estructuras significativas en la ciudadela tenemos tres edificios: El gran baño, el granero y la casa de los sacerdotes.
El gran baño es un tanque rectangular que mide unos doce metros de largo por siete de ancho y 2’4 de profundidad. Alrededor de este tanque encontramos una serie de columnas que se abren desde el sur, por lo tanto podemos situar la entrada en el sur del edificio. Además del tanque y la columnata hay un carril que parece ser público que rodea la estructura. Así pues la estructura del edificio se divide en tres zonas concéntricas que sirven para rodear el tanque.
Según Marshall, el agua provendría de un pozo que tiene una estructura concéntrica, dentro de una pequeña habitación lateral y saldría por un desagüe que está en la esquina sudoeste del baño. El agua pasaría por una galería bien elaborada, cubierta con un arco y con un tamaño suficiente para que un hombre pudiese caminar por ella. Posiblemente el tamaño de la galería fuese así para permitir la limpieza de ésta y, en ocasiones, sería una buena vía de escape secreta; esto último, sólo es una hipótesis.
Al oeste del gran baño tenemos el almacén o granero (según Wheeler). Es una gran construcción hecha en su mayor parte de madera y con un fuerte y grueso techado plano. Se aprecia que fue arreglado varias veces. Su construcción no es muy elaborada y su peso nos indica que necesitaba bastantes soportes.
Originalmente medía 50 metros por 27 y tenía 1350 metros cuadrados. Consiste en una plataforma hecha a base de ladrillos puestos unos sobre otros hasta llegar a la altura de 6 metros y en la parte superior encontramos unos canales de ventilación. Esto era simplemente la base de la construcción, después, se hacía el edificio de madera. Al norte encontramos una plataforma de carga.
La casa de los sacerdotes, actualmente, es un conjunto de muros difícil de entender. Algunas hipótesis hablan de la residencia de un posible alto sacerdote o bien de una institución religiosa. Mide aproximadamente 70 metros de largo por 24 de ancho y ha ido sufriendo diversos cambios en su estructura interior. Al norte y al sur de la estructura encontramos grandes habitaciones y hacia el centro son más pequeñas. Parece tener una puerta en el muro oeste y hay una sección que se asemeja a la construcción del muro norte del gran baño, con ventanas interiores.
Mohenjo-Daro se distingue por haber sido una ciudad en la que no existían grandes desigualdades sociales. En la ciudad baja, las casas más grandes, que eran una minoría, podían contar con más de 200 metros cuadrados y veinte habitaciones, dispuestas alrededor de uno o más patios abiertos con escaleras que conducían a un piso superior o techo plano. La mayor parte de la población moraba en viviendas de entre 50 y 100 metros cuadrados y una sola habitación; estas viviendas constituían la mitad del total. La otra mitad, exceptuando las pocas casas de gran superficie que se han mencionado, estaba formada por casas de entre 100 y 150 metros cuadrados. El principal material de construcción era el adobe (ladrillo de tierra sin cocer). Muchas calles y pasajes tenían alcantarillado conformado con ladrillos y con aberturas para inspecciones periódicas. Las casas individuales tenían baños y retretes con agua corriente. Estos últimos se vaciaban en un receptáculo o, a través de un tubo de bajada hecho de arcilla, al alcantarillado público. Todo un sorprendente sistema de saneamiento en una civilización que floreció hace 4.500 años.
Algunas de las construcciones más destacables de la ciudad baja se encuentran en la calle principal. Esta vía mide unos 9’5 metros de ancho, atraviesa la ciudad de norte a sur y está provista de alcantarillado; además estaba pavimentada con una argamasa de trozos de ladrillo y mortero, lo que no era muy común en las demás calles. Esta pavimentación hizo pensar a los arqueólogos que transitaban carros por esta calle y por eso se necesitó pavimentarla, sobre todo cuando el tiempo era lluvioso; no obstante no se han encontrado marcas de ruedas.
También es interesante la casa VIII del bloque 10 dentro del área HR. Esta casa está situada en la parte norte de la excavación y consiste básicamente en un patio central con una distribución de diferentes habitaciones alrededor. Toda ella mide 29,5 metros, sus muros tienen un espesor de aproximadamente 1,5 metros y tiene dos puertas exteriores, una delante y otra detrás, pero ninguna ventana, algo que es típico de la cultura de Harappa.
En la ciudad baja también encontramos talleres de alfareros, tintoreros, herreros, artesanos de conchas y de cuentas (abalorios). Algunos de estos artículos artesanales se fabricaban con materiales importados, mientras que otros pueden haberse destinado exclusivamente para la exportación. Por lo anterior se sabe que sus actividades incluían la agricultura, la manufactura y el comercio.
Las monedas que se han encontrado en Mohenjo-Daro datan del año 2900 a. C.[cita requerida] El historiador estadounidense Will Durant asegura que «se han hallado monedas más antiguas que las monedas lidias de Creso (570-546 a. C.) en Mohenjo-Daro, en la India, del año 2900 a. C. Senaquerib (hacia el 700 a. C.) acuñó monedas de medio siclo»
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